Antes hablaba del amor con sentimientos erróneos, me hundía en el fango y por más que intentara salir, no podía.
Aprendí a estar ahí, a soportar el frio en las noches y a no huir de mi pasado. En ese tiempo, me encontré a mi. Cuando me mire en el espejo después de un arduo proceso vi a una persona diferente, era una Valentina radiante me sentía yo misma, era fuerte, valiente, resiliente. Tenía en mi cabeza ideas diferentes, noté la importancia de lo simple, del cielo, arboles, girasoles y espigas de trigo. Vi lo maravilloso que era vivir aún cuando cada día era más difícil porque los problemas seguían estando, nada mejoraba en lo externo sin embargo en lo interno sí. Me concientice de muchas situaciones, me dio ansiedad, tenia depresión, me costaba ver todo con color, pasé por aguas turbulentas y esas al final me dieron tranquilidad.
Noté que algo me faltaba, carecía de la escucha y no a los demás, a mi misma, me debía favores, perdón, felicidad y sobre todo amor.
En mis primeros escritos estaba empezando una búsqueda, no sabía en definitiva quien era, para algunos era la super chica cristiana, para otros la que no le temía a nada y para algunos significaba vulnerabilidad. Yo sabía que no era ninguna etiqueta impuesta, solo tenía eso, en realidad, no era mucho pero era suficiente para que tomara la decisión y llevara la mitad del camino recorrido. En toda mi vida pasé por oscuridad y luz, de las cosas malas solo podía adquirir experiencia y crecer, de las buenas saber que merecía algo mejor, que tenía un descanso y podía agradecer.
Hoy soy yo, soy feliz, me encontré, tengo miedo pero aún tengo vida, me conozco y hago lo que me gusta. En cuarentena comencé a dibujar, deje el violín y toque guitarra, compre mi uniforme de Taekwondo, me escuche, seguí con mi libro, consumí drogas, no estuve muy cerca de la iglesia pero si de Dios, me perdí, lloré, hui pero volví a llegar a mi.
Me enamoré y amo con gran pasión, hasta el punto de poder comparar a esa persona con el atardecer, que aunque no puedo tocarlo, puedo sentirlo y al verlo experimentar una gran alegría.
En definitiva me conocí y aprendí de mi, de quien era y de quien soy. Sigo escuchando a Ludovico Einaudi, duermo aún con Polar y aún escribo como mi mayor desahogo, persigo el sueño de ser escritora. Cada vez estoy más cerca, estudiare Literatura y lengua castellana, seguiré en este camino...
Gracias a los que me han acompañado hace bastante tiempo, a los que creyeron plenamente y me levantaron con gran voz. A los que en verdad me ayudaron a que pudiera conocerme. Lizeth, Daniela, Jonathan, Cristina, Juan Esteban, Eliana, Sachico, Gloria, Juan, Camilo, Jimmy Catalina, Vanessa, Nora, Jean Poul, Maday, Charlie, Luis, San, Ban, Smith, Edilma, Carlos, Sebastián, Juanita y Rafael Lechowski. Los amo con mi alma.
Así que, encuéntrame y mírame.
-V
-J
https://youtu.be/k9j2DMjHc7U - Cold Win Ludovico Einaudi day 6
https://youtu.be/LoigVtPCYPk - Elements
https://youtu.be/hN_q-_nGv4U - Experience
