domingo, 11 de abril de 2021

Cerca de mí

¿Nos escuchamos? ¿Sabemos quienes somos?¿Necesitamos de alguien más?

En éste tiempo, he estado reflexionando sobre eso. La mayoría de veces cuando se presenta una situación difícil, cuando transcurren las horas y me encuentro recostada en mi cama, incluso cuando estoy feliz. No me escuchó, acudo a personas que calman mi sentimiento un rato, que me hacen sentir que puedo y claro es así. Sin embargo, a veces olvidó quien soy, me pierdo, caigo en un gran pozo. Había dejado de escribir, ya no practicaba skate, ya no me cuidaba tanto y empezaba a dibujar para otros, más no para mi.

Empecé a depender emocionalmente de las personas, me he dado cuenta de lo agotador que es, para los que me han ayudado y para mi. Yo creo que puedo sola, a veces necesito de algún consejo, ser escuchada. Lo que no necesito es que alguien me ayude a ver el mundo más bonito, ni que me salven de mis momentos malos. Lo que realmente necesito, es escucharme, es preguntarme porque me siento de tal modo, llorar, comprender, necesito morirme en esos instantes, sentir lo que es estar con situaciones adversas y con las más apropiadas. Caigo y caigo, realmente han habido días en los que me ha pesado mucho el seguir, en los que he estado tan exhausta, que si me ha motivado algo no he sido yo misma. A veces golpeo las cosas, hasta que mi mano derecha no puede más, hasta que mis nudillos se enrojecen y se desacomodan un poco. Es que honestamente esta es una parte de mi, es una en la que siento intensamente, me rompe, me destroza hasta sentir que no vale la pena. Es mentira, porque aunque eso me consuma yo puedo, solo es una parte. En
 Valentina Restrepo hay un ser impresionante, que sin duda lo va a dar todo. Los que conocen mi historia saben que lo he hecho, seguiré y poco a poco iré soltando, mi pasado no pesará tanto, perdonaré, el dolor irá disminuyendo, amare bien y tendré más control de mis emociones.

Yo soy fuerte, soy sensible y puedo. Llevo unos días escuchando lo que quiero decirme, duele mucho. Es ver la herida, es no pasarla por alto, me digo lo que dolió, me cuestiono el porque y el como debo actuar. Siento dolores en el pecho cuando recuerdo que me han hecho daño y siempre intento evitarlo. Ayer lo sentí y descubrí que no pasa nada, está bien si duele, en algún momento parará, me encargaré de eso.

Éste texto es completamente dirigido a mi, cuando escribo éstas palabras me siento bien, las lágrimas salen pero puedo hablar y así sentirme mejor. Soy una persona que siente muchísimo, que al igual que hace mucho tiempo, de nuevo me estoy encontrando, estoy viendo lo que sucede y lo sanare. Ya no me intranquiliza el no recibir un mensaje, no me siento tan intranquila por mi mañana, ya no siento culpa y el rencor ha disminuido. Estos pequeños pasos han sido porque he intentado estar más cerca de mí, he notado que lo que he buscado afuera, estaba dentro, siempre lo estuvo y estará.
No importan las veces que este en el fango, podré salir de ahí.
No importan las veces que olvide quien soy, siempre habrá un pequeño detalle que me recuerde.
No importa lo que haya pasado, importa lo que sanare, lo que es mi hoy y lo que será mi mañana.

Me siento como cuando tenía 14 años, en ese momento escribía que la vida fue hecha para el León e iba contando mi historia en blocs de notas, como lo sigo haciendo ahora y sin duda es lo que más me ha ayudado a salvarme.



https://youtu.be/NUO1_vwNrMA
Ludovico Einaudi 

Me ahogue

Crecí muy pronto, crecí atravesando calles, corriendo, huyendo con un cuaderno en mano, escribiendo y sintiendo por dentro, esperando una bu...