Son las 4:06 de la mañana, he mirado mis moretones en piernas y brazos. He viajado a lo que un día fue, a lo que un día me marco, eso que tomo ventaja un 03 de marzo y que el 05 ocasiono que alguien mirara mis marcas con detenimiento. Creo que me han pasado cosas difíciles, no sé que tan fuerte soy pero a veces me siento muy frágil. Me asusta que las personas me vean como alguien debil, siempre que intento abrirme un poco, temo decir mis traumas, mi proceso psicológico, decir que me he intentado suicidar o que he superado algunas cosas. Me digo que no es para tanto, que hay vidas mucho más difíciles y eso es cierto. Solo hay un punto en el que las cosas me agobian y deseo gritar "No estoy llamando la atención, ¡Ayuda!" Pero eso no pasa, porque ya debería haber sanado mi dolor de ayer y seguir. Se puede pero, hay días en los que todo pesa un poco más de lo usual, donde uno solo quisiera tumbarse en la cama y llorar o irse muy lejos para escapar de lo que pasa. Me gustaría darle pausa unas horas, aunque fuera unos minutos a lo que me duele, a mis miedos y heridas. Sería genial poder irme muy lejos, huir de todo y dejar aqui lo que un día fue, lo que me lastimó. Se que es imposible porque aunque este en el otro lado del mundo, mis recuerdos me visitaran ocasionalmente y me provocaran alguna emoción
. En estos días tuve una crisis, recorde cosas de cuando tenía 2 años, llore, tuve muchos escalofríos y no fui capaz de sostenerme, estuve en la ducha casi por una hora, sentada en el suelo. Hasta que me dije que no podía quedarme ahí y el problema es que a pesar de que me levante a veces en mi mente permanece el dolor y físicamente hago como si nada, saludo con gusto, ayudo a los otros, vendo dulces, hago trabajos, charlo y demás pero, mi corazón, mi mente están enfrascados. Preguntandose el porque esa pequeña niña no pudo recibir amor y cuidado. Preguntándose el como hacer para seguir de pie, el si vale la pena, el si los demás logran escucharla.
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