lunes, 23 de mayo de 2022

El espectro que hay en mi

 Me miraba, su mirada reflejaba inocencia, ternura y dolor. Era solo un niño, no sabia todo lo que podía guardar dentro. Estaba tomado de la mano de su madre, intrepido, callado, asustado. Vi que se acercó y toco mi vestido, asintió y mencionó

-¿Quiero ser como tú?
-¿ Cómo yo? ¿Qué te gusta de mí?
-Eres artista, quiero ser lo mismo
-Lo serás, debes tener presente eso, lo llevas en lo más profundo de ti.

Estábamos en reunión, me había casado hacía poco tiempo, con un hombre de cabello largo, un poco maravilloso y un poco trastornado.  Benjamín y Elizabeth. Construimos una historia una vida, un sello y una morada. Como celebración de nuestra casa, preparé una gran obra de teatro en la que se interpretaría el cuervo de Edgar Allan Poe y a Madan Curie. El lugar estaba iluminado por antorchas, teniamos el mejor vino de una reserva antigua y vestidos ostentosos. Los presentes bailaban, estaban ansiosos, gozosos. La interpretación del cuervo les pareció fascinante, ¿por que me gustaba tanto esa obra? Supongo que es desazon y desesperanza queria atarlas a mi vida con ese "nunca más" que difícil puede ser soltar.
Tomaba y tomaba más vino. Recordaba mi vida, abusos, negligencias, encadenamientos mentales. Toda mi vida estuve perdida y en mi juventud siempre me busqué a mi misma, tal vez no lo logré completamente pero al recordar mi ayer note que si padezco de cierta locura, sin embargo logré encontrarme a mi, como artista y un buen ser humano.
La primera copa cae, me distraje tanto pensando que mis dedos se fueron resbalando, he hecho como si nada. Mis invitados aún están alegres, pero ya no quiero estar más aquí, ¿Qué es la noche sin un buen paseo?
-Benja, vamos a caminar y nademos un poco
-Has tomado mucho, ¿verdad?
-Solo una copa
- Estás muy ebria, acepto solo el paseo. La noche está muy fria

Fuimos caminando cerca de un muelle, percibimos el mar, el cielo oscuro y la luna llena. Se empezaron a escuchar gritos, sollozos. Nos acercamos preocupados, no podia creer lo que veía, dos figuras, una lo sujetaba al borde. Era el niño de la fiesta, su madre queria echarlo al mar. Tenía un ataud de cristal lo forzaba para que entrara lo golpeaba y pronunciaba ¡Basta! Una y otra vez.
Un hombre de cabello largo, alto, con un gaban hasta las rodillas apareció. Quedamos inmutados, consternados, perplejos, es indescriptible. sabiamos que no se trataba de cualquier hombre, se trataba del diablo. El se acercó al niño y le entregó una daga, la cual después se adentro en el cuerpo de su madre, gelida y fria cayo al oceano, la sangre se fue esparciendo y el cuerpo se fue hundiendo
Satanás tomó al niño de la mano y le dijo
-Ahora, vamos a hacer lo que quieres
-Asi será

Estaba atónita, no sabía como reaccionar. Me sorprendia ver como cada vez se alejaban más, eran uno. Y así me sentía con ellos. Dejé a mi esposo de lado y me dediqué a seguirlos, fui elevandome por el cielo y encontré un camino llegue donde un poeta, quería contarle lo que habia pasado pero solo pronunciaba
-Presteme ese libro
-No, ese libro no se presta, ese libro es sagrado. A penas ha comenzado
-No lo entiendo
-El niño del ataud era usted, la representa y por eso esta en busca de esa historia. Gracias a Un Dios, a un Diablo o a merito propio, han habido personas que la han acompañado pero sobre todo el espectro
¿El espectro que hay en mi?
-Sí, su reflejo, su interior. Se ha encontrado. El espectro, la epifanía.

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